Entrevista a Charo Lobato. Psicóloga, psicopedagoga y terapeuta familiar y de parejas. Comunicadora y formadora.
Como experta en psicología, ¿es malo el uso de móviles a temprana edad?
Es cierto que el teléfono móvil es un objeto muy cotidiano por no decir imprescindible para muchas personas y cada vez a más temprana edad. El móvil ha ido pasando de ser un artículo de lujo sólo para mayores a ser un medio imprescindible para estar actualizado y comunicado desde la temprana adolescencia.
Es por ello que el objeto de análisis tendría que ser el uso, el contenido y la edad.
En cuanto a los niños pequeños, no es recomendable en absoluto. Cada vez es más común ver a padres que les dan a sus hijos pequeños sus móviles o tabletas con juegos para que estén distraídos y no den la lata. He de decir que me posiciono en total desacuerdo. Por un lado, porque los niños deben de aprender a manejar lo que es el aburrimiento; no es nada malo o negativo aburrirse, es más, es necesario aprender a tolerarlo.
Sobre-estimular a los niños puede llegar a tener consecuencias negativas para el desarrollo de habilidades cognitivas y sociales en los niños, tales como déficit de atención, irritabilidad, baja tolerancia a la frustración, etc…
En el caso de los jóvenes, ¿qué recomienda a los padres sobre el uso de las redes sociales y móviles?
En términos de uso de redes sociales en menores cabe señalar que los padres son los máximos responsables de los actos de los hijos cuando son pequeños y adolescentes, sobre todo en cuanto al uso que éstos hacen, con quiénes hablan y el tiempo que transcurren conectados a las redes.
Es deber y obligación de los padres conocer y controlar los perfiles creados por sus hijos, así como visitar y/o supervisar sus conexiones, contactos, etc.
¿Puede convertirse en una adicción?
Todo lo que estimula mucho corre el riesgo de crear una adicción. Los móviles son una fuente muy potente de estimulación. Más que de adicción prefiero hablar de dependencia. Dependemos del móvil para casi todo… Es cierto que nos ha facilitado mucho la vida pero no hay que olvidar que tenemos una gran dependencia de los dispositivos móviles (teléfonos, tabletas, etc); esto daría para otra entrevista distinta.
Si analizamos en qué consiste una adicción, podríamos llegar a la conclusión de que muchas personas, no sólo adolescentes, están muy enganchados al móvil.
¿Debemos prohibir a los jóvenes este el uso de móviles?
En absoluto. Tendría un efecto contraproducente. Más que prohibir deberíamos ayudarles y enseñarles a manejarlo adecuadamente y que en casa, por supuesto, existan horarios donde no se pueda utilizar porque, por ejemplo, es incompatible estudiar con estar chateando con amigos, etc.
¿Ha tratado algún tema en su consulta sobre ciberacoso?
Muchos casos. En los últimos años son muchos los padres que nos consultan por situaciones de ciberacoso por parte de desconocid@s con los que han contactado por alguna aplicación de redes sociales, o bien por parte de conocidos de clase. Las redes pueden ayudar a poner en contacto a muchas personas pero es un arma de doble filo, ya que cualquier insulto, acoso, o comentario inapropiado… llega con gran rapidez a un número muy elevado de personas, por lo tanto, el daño y posteriormente trauma del acoso es mucho mayor.
¿Cómo se puede detectar este tipo de problemas?
La solución a este tipo de situaciones es algo difícil, pero funciona desde casa, es decir, es primordial que los padres tengan acceso y control al contenido y demás movimientos que los hijos menores realicen a través de las aplicaciones móviles.
Por último, comentar que es muy importante observar la conducta del menor; si está irritable, triste, si se niega a ir al colegio/instituto, cambios en la alimentación y sueño, etc.
¿Qué recomendaciones daría a padres que puedan tener una situación en la que su hijo esté enganchado al móvil?
Suscribo todo lo anterior, quiero decir, es responsabilidad de los padres tener el conocimiento de claves de entrada a todos los dispositivos móviles y control sobre todos sus movimientos. Los padres deben ser conscientes del peligro que representa las nuevas aplicaciones móviles donde pueden contactar con desconocidos que puedan representar una amenaza y riesgo sobre su seguridad.
También es necesario señalar que hay que negociar con el adolescente un horario de utilización del móvil, sobre todo porque el menor tiene que comprender que hay horarios dedicados a hacer los deberes o a compartir espacio y tiempo con la familia y es responsabilidad de los padres construir una estructura y una disciplina.
Finalmente es importante señalar que ante síntomas tales como tristeza, irritabilidad,…etc, mencionados anteriormente, es vital concertar una cita con un especialista en psicología infantil y terapia familiar que pueda ayudar a los padres a manejar la situación con el menor, y a ayudar al menor a minimizar esos síntomas y a mejorar su autoestima así como entrenar habilidades sociales.