Si los padres están felices, todo irá mejor. Todo irá mejor en la familia, en los hijos y será un síntoma claro de que la pareja de los padres funciona bien.
Al decir padres felices, hablamos no solo de los padres de la familia, sino de cómo está la pareja, en qué momento se encuentra, cómo resuelven los posibles conflictos, si existe alguna crisis en la pareja, etc.
Las relaciones de pareja pasan por algunas crisis a lo largo de su desarrollo y dependiendo de cómo se aborden, si resuelven o afrontan adecuadamente los distintos problemas o conflictos, podremos hablar de una pareja funcional o una pareja disfuncional.
Los padres que están infelices en su relación de pareja tienden a aferrarse de una forma muy fusionada a alguno de sus hijos (en el caso de que tengan varios hijos), provocando una alianza entre la madre o padre y el hijo que puede dañar la salud emocional del menor. Al mismo tiempo, una pareja que no resuelve sus problemas va generando sentimientos de insatisfacción y tristeza en cada miembro, pudiéndose agravar con el paso del tiempo si no te toman medidas para solucionar dichas dificultades. Los problemas de relación entre los padres afectan a todo el núcleo familiar es por ello la importancia que señalo de una intervención temprana. Esta situación que acabo de describir sería un ejemplo claro de pareja disfuncional y por lo tanto insana.
Los padres que afrontan un problema concreto de pareja entre ellos de forma privada y cuidando de que sus hijos no tomen partido ni se contaminen de ello, sí establecen un vínculo óptimo de pareja y por lo tanto desarrollarán unas relaciones más sanas con sus hijos creando una familia más funcional y por tanto feliz.
La mayoría de familias que llegan a consulta, lo hacen desde la desesperación por los problemas de convivencia, síntomas de ansiedad o trastornos de conducta en algunos de sus hijos. Los síntomas/ problemas más frecuentes que suelen presentar los hijos que conviven con padres infelices serían:
- Fracaso escolar
- Trastorno ansioso/depresivo
- Fobias
- Trastornos en la alimentación
- Trastornos del sueño
- Problemas de dependencia/adicciones
Las recomendaciones que desde la experiencia en el trabajo con familias podemos ofrecer serían una serie de actuaciones a modo de prevención:
- Evitar hacer partícipes a los hijos de las discusiones o conflictos de los padres.
- Si existen problemas de pareja lo correcto es buscar ayuda de un profesional de la psicología especializado en Terapia de Pareja.
- La Terapia de Pareja funciona mejor en el comienzo de los problemas de la pareja. Dejar pasar mucho tiempo para buscar ayuda no suele dar buenos resultados. En muchos casos cuando la pareja acude a consulta ya es demasiado tarde para “salvar” la relación; las continuas discusiones y conflictos no resueltos terminan por desgatar una relación.
Ante cualquier consulta, no dude en ponerse en contacto con nosotros. Somos su psicólogo en Málaga.
Charo Lobato.